El pañuelito
El cocodrilo borda un pañuelito
de madera terciada, muy bonito.
Le borda primorosos ramilletes
y también un montón de firuletes.
Ya no podrá llorar ni estar refriado
hasta que el pañuelito esté acabado.
Por eso borda todo el día
en el cine, en la escuela, en el tranvía.
Ya no le faltan y está muy tranquilo,
más que 100,000 kilómetros de hilo.
Agradecimientos al autor:
María Elena Walsh.
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